Abrazarnos es una forma muy sencilla de mejorar nuestra salud mental y física. Por eso en este post recogemos 5 razones para dar más abrazos:
- Reduce el estrés y la ansiedad. Abrazar nos ayuda a regular los niveles de cortisol -conocida como hormona del estrés- y hace que segreguemos serotonina. En situaciones de mucho estrés, la serotonina -también conocida como la hormona de la felicidad- está en niveles más bajos de lo normal, por eso un abrazo puede ser una forma rápida y eficiente de regular los niveles de esa sustancia y, por tanto, de minimizar ese estrés.
- Mejora la calidad del sueño. Al ayudarnos a regular los niveles de cortisol, los abrazos también nos ayudan a dormir mejor.
- Mejora el estado de ánimo. Abrazar a una persona querida hace que generemos también oxitocina, conocida como la hormona del amor. La oxitocina nos hace sentir aceptación, aumenta la empatía y la confianza en la otra persona, y mejora la autoestima.
- Suaviza el dolor. Al abrazarnos, liberamos endorfinas, unas sustancias que bloquean los sensores del dolor y generan sensación de bienestar. Los abrazos logran que el umbral del dolor aumente.
- Controla la presión arterial y reduce el riesgo cardiovascular. Nuestra piel tiene una especie de sensores que, ante el contacto con otras personas, envían un mensaje de calma a nuestro cerebro que consigue reducir la presión arterial. Al acercarnos a un estado de relajación, mejoramos la oxigenación de la sangre y protegemos nuestro corazón.
Y una razón para no abrazar:
Que la otra persona no quiera. Dependiendo de la relación que tengamos con la otra persona, del grado de confianza, del momento concreto y, por supuesto, del carácter de cada cual, dependerá que el abrazo resulte agradable y sanador o que sintamos que se invade nuestro espacio vital. Por ejemplo, en el contexto de una discusión, algunas personas sentirán calma y alivio al ser abrazadas y otras, sin embargo, experimentarán una sensación de encierro que les agobiará.
Por eso es importante, si no conocemos muy bien a la persona y no sabemos con seguridad que el abrazo será bien recibido, preguntar.