Guía básica de autocuidados durante el duelo

Si estás atravesando un proceso de duelo, debes recordar que, por doloroso que resulte, tiene una función muy importante para ti. El duelo nos aporta aprendizaje y fortaleza emocional. Esta guía básica de autocuidados durante el duelo puede ayudarte a atravesarlo adecuadamente. De esta forma, te ayudará también en las futuras experiencias a lo largo de la vida.

Aunque pueda resultar tentador, paliar los síntomas del duelo con medicina antidepresiva no es lo más recomendable, sobre todo en los primeros momentos de pérdida. Si no atravesamos el duelo, estamos renunciando a ese aprendizaje tan necesario y el dolor, que probablemente saldrá más adelante por otro lado, pueden llegar a convertirse en trastornos como la ansiedad.

Para atravesar el proceso del duelo de la mejor manera posible, tenemos que hacer un esfuerzo por cuidarnos. Estas son algunas pautas básicas por las que puedes empezar:

  1. Tratar de mantener un horario de sueño ordenado
  2. Tratar de mantener una alimentación saludable
  3. Hacer un poco de ejercicio físico, aunque sólo sea caminar, si no apetece hacer algo más intenso.
  4. Mantener cierta rutina de horarios y de espacios. Evitar, por ejemplo, quedarse a dormir en el sofá. Es importante que cada lugar de la casa tenga su función.
  5. No exigirnos más de lo que podemos hacer: Ni estar bien pronto, ni hacer muchas cosas. Tendemos a exigirnos hacer más de lo que podemos hacer y eso nos suele llevar a la frustración.
  6. No conviene tomar decisiones importantes, puesto que estamos atravesando un periodo emocionalmente muy intenso.
  7. La socialización -en su correcta medida- es importante. Conviene que realicemos contactos sociales con quien nos apetezca y cuando nos apetezca. Debemos permitirnos poner límites en ese sentido, tanto si sólo nos apetece estar con las personas más allegadas como si no nos apetece hablar o necesitamos espacios y tiempos de soledad. Lo que sí es muy importante en este sentido es comunicarnos de manera correcta con las personas que tenemos cerca, y explicarles cuáles son nuestras necesidades, para que ellas sepan también cómo ayudar y acompañar.
  8. Normalizar y dar espacio tanto la tristeza como al llanto. Es una época en la que ambas van a estar presentes y conviene dejarlas salir. Puede ser en compañía o en soledad, pero debemos darle un espacio a estas emociones.
  9. Tendemos a sentir culpa si tenemos emociones positivas. Sin embargo, las emociones positivas forman parte de nuestro proceso psicológico, por lo que conviene permitirse sentirlas, teniendo claro que eso no quiere decir que queramos menos o que estemos olvidando a la persona perdida.
  10. Es importante no comparar nuestra forma de llevar el duelo con la manera en que lo gestionan otras personas cercanas o familiares. Conviene asumir que cada quien lo gestiona y lo expresa como puede y como sabe.