Consejos para escribir la carta a los Reyes Magos

Como padres y madres, el momento de escribir la carta a los Reyes Magos puede llegar a convertirse en un problema. Es normal no saber muy bien cómo proceder con los más pequeños. Por eso hemos recopilado algunos sencillos consejos para escribir la carta a los Reyes Magos.

El objetivo es que el momento en el que escribimos la carta a los Reyes Magos sea una oportunidad para conectar con la ilusión de nuestros hijos e hijas y disfrutar de una actividad familiar agradable.

Algunos consejos para hacer la carta a los Reyes Magos

En primer lugar, es importante limitar el número concreto de regalos que se van a pedir. Hay que evitar dejar abierta la posibilidad “infinita” de regalos con el objetivo de que los más pequeños entiendan todo tiene límites. Con diferentes alternativas de elección, podemos lograr que aprendan a saber elegir y a dejar escapar algo que desean. Desde el valor de la generosidad y la equidad, un buen argumento para que entiendan este concepto es el de “hay muchos niños y niñas en el mundo, y tiene que haber regalos para todos y todas”.

A la hora de construir la carta, se suele dar muchísima importancia a la petición de regalos como eje principal. Sin embargo, puede ser muy interesante darle otro sentido, y utilizar esta carta a los Reyes Magos como un ejercicio de evaluación del año. Podemos analizar con nuestros hijos e hijas aspectos como las cosas buenas les han pasado, lo que tienen que mejorar, o qué tienen que agradecer. En resumen, orientar a las criaturas para que utilicen la carta como un ejercicio de introspección y no cómo una simple lista de regalos que pedir.

La carta a los Reyes Magos puede ser una herramienta muy potente para educar y trabajar sobre valores empáticos. Por ejemplo, podemos animar a nuestros hijos e hijas pidiendo algún regalo para una persona externa.

Ayudarles a gestionar las emociones

Por otro lado, debemos acompañarles en la gestión de emociones desagradables que puedan aparecer. La frustración es una de las emociones que solemos encontrar entre los más peques una vez que reciben los regalos de Navidad. Sobre todo, cuando se encuentran con que no reciben lo que esperaban o descubren algún regalo que no les gusta. Desde el momento de la escritura de la carta, los padres y madres ya pueden anticipar esta situación probable, explicando con normalidad a los pequeños y pequeñas que no todos los regalos son posibles. Conviene trabajar con las expectativas de los niños y niñas sobre los regalos desde el principio.

Una frase muy escuchada durante estas fechas hacia los pequeños y pequeñas es esa de “es que no valoras las cosas”. El valor se da desde el agradecimiento y desde el aprecio al regalo. Es importante incluir estos aspectos en las cartas a los Reyes Magos, haciéndoles ver que cada regalo que reciben requiere por parte de sus Majestades un esfuerzo enorme a pesar de ser mágicos, y que trabajan mucho para poder hacer cada Navidad tantos regalos.

Por último, es importante recordar que cuanto más pequeños menos regalos deberían recibir, y no al revés. Tendemos a pensar erróneamente que de pequeños es mejor regalar mucho y más variado y, conforme nuestros hijos e hijas van madurando, ir reduciendo la cantidad de regalos.

Cuando son muy pequeños, su capacidad de atención es menor y, por tanto, se relaciona peor ante tantos estímulos y juguetes a la vez. Es necesario permitirles el tiempo necesario para que puedan desarrollar adecuadamente las habilidades de juego y no sobre-estimularles.

Síndrome del niño hiperregalado

Seguramente hayas oído hablar del síndrome del niño hiperregalado. Debido a esa cantidad excesiva de regalos, el cerebro de los más peques se sobreestimula, y no saben a qué regalo atender, pudiendo llegar a generar una apatía extrema ante los regalos. La responsabilidad de evitarlo es principalmente de los padres y madres, a la hora de decidir qué y cuanto regalar en estas Navidades.

El exceso de regalos puede darse por una necesidad inconsciente de los padres por compensar a sus hijos por el poco tiempo que han podido compartir durante el año, o por la incesante campaña de presión social o publicidad en los medios donde se nos anima a consumir desmesuradamente, o bien, por una inadecuada manera de mostrar afecto y cariño a nuestras criaturas.

Sea cual sea el motivo, es recomendable pararse a pensar y utilizar una estrategia adecuada en la que evitar la sobrecarga de regalos.

¿Qué regalar?

Es bueno mantener un equilibrio entre lo que nos pueden demandar nuestros hijos e hijas, y lo que consideramos los padres y madres que les vendría bien. Siempre es recomendable buscar aquello estimulante, educativo, o bien que fomenten la vinculación con sus iguales y con los adultos.

En etapa escolar, también conviene realizar regalos que puedan desarrollar y potenciar capacidades intelectuales como la memoria, la atención, la creatividad, la imaginación y razonamiento.

A veces nos centramos en hacer regalos necesariamente materiales y nos olvidamos de lo positivo para los más pequeños de que reciban regalos experienciales, a través de viajes, excursiones, visitas a museos, etc.

Además de esto, muchas veces cometemos el error de pensar que cuanto más caro sea nuestro regalo para ellos y ellas, mejor regalo será y más les gustará. Cuanto más oportuno e individualizado sea nuestro regalo, más conectará con el deseo de nuestros hijos.

Julio Escudero Villegas. Psicólogo general sanitario, experto en adolescencia y juventud.

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